Parece que en este 2022 la batalla por la velocidad volverá a tomar el protagonismo que ostentaba en otros tiempos. Marcas como Koenigsegg o Pagani ya están preparando sus próximas propuestas, con la vista fija en la última frontera conocida: los 500 km/h.
A esa cita no faltará Hennessey, quienes ya se encuentran trabajando a tiempo completo en la producción de su Venom F5. Pero, mientras van terminando cada una de las 23 unidades que aún tienen pendiente entregar a sus clientes, se han concedido el lujo de meter uno de sus prototipos en un banco de potencia. Y el resultado ha sido -cuanto menos- ‘caliente’.
El ruido, la furia… y el fuego
En el último vídeo que la firma ha compartido en YouTube, los técnicos realizan varias aceleraciones a fondo, exhibiendo orgullosamente no sólo el bramido del V8 biturbo -denominado ‘Fury’-, sino también su capacidad para expulsar llamas de hasta 15 cm por sus escapes.
Algo que no es de extrañar si repasamos sus características. Derivado del mítico bloque LS de General Motors -el mismo que podrías encontrar en un Corvette-, aumenta su cubicaje hasta los 6,6 litros. Y, con la ayuda de sus dos ‘caracolas’, alcanza la escalofriante potencia de 1.842 CV.
Pero lo verdaderamente impresionante son las 8.000 RPM a las cuales consigue entregar por completo toda esta ‘caballería’. Una cifra que contrasta con lo habitual en esta configuración mecánica, donde la banda de potencia suele discurrir entre las 5.000 y las 6.500 RPM. Así sucede, por ejemplo, en el caso del actual Ford Mustang GT.