MINI también se apunta al retrofit. Ha puesto en marcha un programa dedicado a la electrificación de sus modelos más antiguos. Es también una nueva manera de promover una imagen de sostenibilidad. El nuevo programa Mini Recharged se ha ideado como medio para «contar la historia del Mini clásico en el siglo XXI, de forma sostenible».
El programa Mini Recharged propone la conversión en coche eléctrico de cualquier Mini clásico. Cualquier modelo del Mini original fabricado entre 1959 y 2000 es susceptible de ver su motor de gasolina sustituido por un motor eléctrico de 90 kW (122 CV).
Así motorizado, el Mini acelera de 0 a 100 km/h en 9 segundos. La energía la suministra una batería de alto voltaje, de la cual MINI no desvela su capacidad. Aun así, si tomamos como referencia otras conversiones de Mini similares, debería rondar los 22 kWh. Según la marca se puede cargar con una potencia de hasta 6,6 kW -el enchufe está donde antes estaba la trampilla del depósito de gasolina- y permite una autonomía de unos 160 kilómetros.
En Motorpasión
Retrofit: el fascinante arte de convertir un coche gasolina o diésel en eléctrico
La caja de cambios manual de cuatro velocidades desaparece, pues en un eléctrico urbano de 122 CV no es necesaria. En cuanto al salpicadero, apenas cambia el cuadro de instrumentos para adaptarse a la nueva realidad del coche.
La conversión en eléctrico del Mini clásico se lleva a cabo exclusivamente en el