La bomba inyectora tiene una función fundamental en los vehículos de cierta antigüedad. Se encarga de suministrar el combustible a los inyectores con la presión necesaria para que se pulverice bien. De esa manera se consigue una buena mezcla con el aire y se garantiza que prenda bien dentro de las cámaras de combustión.
Este sistema se usaba en motores diésel y también algunos gasolina. Sin embargo, ha quedado prácticamente en desuso en los vehículos modernos gracias a la llegada de la inyección electrónica. Además de sistemas como el inyector-bomba, en el que la centralita controla cada inyector de forma independiente, o el Common Rail.
renderAd(,44162);
Existen dos tipos: la bomba inyectora lineal y la bomba inyectora rotativa. Aunque dentro de ellas también se pueden diferenciar algunos subtipos como veremos más abajo. Empezamos por la bomba inyectora lineal.
Bomba inyectora lineal
Funcionamiento
El funcionamiento de la bomba inyectora lineal se puede explicar de una forma sencilla para entenderlo fácilmente. La bomba recibe el movimiento del motor por medio, normalmente, de la propia distribución del coche, ya que tiene que ir perfectamente sincronizada. De esta forma se inyecta el combustible en los cilindros en el momento preciso. La presión de la bomba inyectora se puede regular por medio de un tornillo para tal fin.
Según la posición del pedal del acelerador, la bomba inyectora trabaja a mayor o menor presión, inyectando de esta forma distintas cantidades de combustible en los cilindros. Para lograrlo, cuenta con un árbol de levas que accionan unos émbolos o pistones dispuestos en línea (de ahí el nombre de bomba inyectora lineal). Cada uno de estos émbolos empuja el combustible por una tubería metálica de alta presión para que llegue a cada inyector.
Las tuberías metálicas muchas veces tienen formas extrañas. Esto es debido a que cada tubo tiene que tener una longitud concreta para