El Mercedes Vision EQXX es uno de los prototipos más apasionantes de la actualidad. Mercedes acaba de demostrar que la actual tecnología permite crear un eléctrico de 1.000 km de autonomía, sin recurrir a una batería de tamaño – y huella ambiental – desmesurado, y un peso digno de un vehículo industrial. El Mercedes Vision EQXX es una lección para todos los fabricantes de coches eléctricos, y en este artículo, queremos ahondar en una de sus características más desconocidas y polémicas: el Mercedes EQXX monta una batería de refrigeración por aire.
Las baterías de refrigeración por aire son una tecnología hasta cierto punto denostada. Los primeros coches eléctricos montaban este tipo de baterías, y algunos híbridos aún cuentan con baterías de refrigeración por aire hoy día. No es una tecnología exenta de ventajas: son más ligeras, más baratas y tienen menos mantenimiento. Por contra, el coche eléctrico actual, sus enormes exigencias de potencia y sus sistemas de carga ultra-rápida exigen una gestión de la temperatura de la batería que solo un sistema de refrigeración líquida puede ofrecer.
La durabilidad y fiabilidad de las baterías refrigeradas por aire puede ser inferior en escenarios de alta exigencia.
El problema de los sistemas de refrigeración líquida es, en primer lugar, su complejidad: funcionan de forma análoga a los de un coche de combustión interna, pero cuentan con circuitos de refrigeración muy extensos y capilares. Al contar con una bomba de agua y un circuito extenso, roba potencia y reduce la autonomía del vehículo. En segundo lugar, elevan el peso del vehículo de forma considerable, agravando uno de los principales defectos del coche eléctrico.
El coche eléctrico más eficiente jamás creado, así es el Mercedes Vision EQXX
El coche eléctrico de próxima generación es ya una realidad a travé…
Gracias al sistema de refrigeración pasiva de su