Aún quedan varias etapas del Rally Dakar y uno de los equipos qué más sonoridad está logrando es el de Audi Sport. Como sabéis, Audi ha entrado de lleno en el Dakar 2022 con un coche muy revolucionario, el Audi RS Q e-tron. ¿Por qué? Porque es un vehículo eléctrico, pero pese a ello lleva tubo de escape y en ocasiones no suena como un simple coche eléctrico. Veamos la razón.
La carga tecnológica y el desarrollo de este RS Q e-tron es sencillamente espectacular. Es un prototipo totalmente nuevo que debuta en la competición más dura del mundo, y el objetivo de la marca es recabar toda la información posible, además de experimentar para posteriormente poder aplicar ciertas tecnologías en los coches de calle.
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Sí, desde que la marca de los cuatro aros lo presentó, nos han hablado de que es un coche eléctrico. Pero lógicamente, hay algo de “trampa”. Ni que decir tiene que es totalmente legal para los requisitos de la competición y para la categoría específica.
Los tres Audi RS Q e-tron con los que compiten Carlos Sainz y Lucas Cruz, Stéphane Peterhansel y Edouard Boulanger, además de Mattias Ekström y Emil Bergkvist utilizan una batería de 50 kWh, con un peso de 370 kilos. Pero claro, la capacidad de esta batería no es suficiente para alimentar los dos motores eléctricos durante toda una etapa.
Y aquí es donde viene la necesidad del tubo de escape en el Audi eléctrico
Como los 50 kWh de capacidad no son suficientes, el coche lleva un motor de gasolina heredado del DTM. Cuando la batería se va descargando, el propulsor térmico arranca para actuar como generador de electricidad y recargar dicha batería.
Ojo, no hay que confundirlo con una mecánica híbrida convencional, pues el motor de gasolina en ningún caso envía potencia a las ruedas.