El sistema de etiquetas medioambientales llegó hace ya seis años, en 2016, y se han convertido en uno de los principales aspectos que se tienen en cuenta a la hora de comprar un coche, ya sea usado o nuevo.
Esta clasificación impuesta desde la DGT clasifica a los vehículos por su mecánica y en función de si son más o menos respetuosas con el medio ambiente.
Si bien, los coches nuevos que se venden a día de hoy, así como los seminuevos o los usados más modernos son de etiqueta C (gasolina o diésel) o bien ECO (híbridos) y CERO (eléctricos puros y de autonomía extendida o PHEV en su mayoría), en el mercado de segunda mano podemos encontrar coches con etiqueta B.
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Qué coches tienen etiqueta B y cómo comprobarlo
Lo primero que debemos tener en cuenta es cómo identificar que un coche tiene etiqueta B. En el caso de los automóviles se trata de los siguientes:
Coches de gasolina: con motor Euro 3, normalmente los matriculados entre el año 2000 y 2005.
Coches diésel: con motores Euro 4 y 5, usualmente los matriculados entre 2006 y 2013.