La semana pasada el precio de la gasolina ha alcanzado el máximo histórico con 1,538 €/litro, aunque tampoco es inusual encontrarnos el litro de gasolina 95 incluso por encima del 1,60 €, a lo que también se le suma la correspondiente subida del diésel que supera el 1,50 €.
Por tanto, poner en marcha ciertas prácticas para ahorrar combustible es una de las mejores estrategias que puedes seguir para minimizar los efectos de esta escalada de precios, y que también puedes combinar con otras como repostar en gasolineras low cost o buscar la gasolinera más barata de tu zona.
Sin embargo, es precisamente nuestra forma de conducir el factor que más afecta al ahorro de combustible, pues aplicando los consejos que a continuación te contamos es fácil reducir tu consumo habitual en el entorno de un litro o incluso más.
La forma de conducir es el factor que más te hará ahorrar en combustible
Así pues, la regla de oro en lo que a “eco-conducción” se refiere es la ANTICIPACIÓN, aunque lo cierto es algo que siempre debemos hacer. Con anticipación nos referimos a evaluar el tráfico que nos rodea y también la propia carretera para adaptarnos a esas situaciones inminentes.
Por ejemplo, si observamos que un vehículo precedente circula más despacio que nosotros, dejar de acelerar para aprovechar la inercia de nuestro coche y recorrer así unos metros sin gastar combustible, algo que también podemos hacer al aproximarnos a una rotonda, semáforo o cualquier tipo de intersección.
En esta misma línea, evita acelerar de forma brusca e innecesaria y mantén una velocidad constante siempre que puedas condiciendo de forma suave, ya que son precisamente esos cambios de velocidad con aceleraciones los momentos en los que más combustible gastamos.
Asimismo, recuerda que la velocidad incrementa el consumo de forma no lineal, aumentando esa diferencia a medida