Cuando nos hablan de conducción autónoma tendemos a pensar en modestos vehículos que se desplazan muy lentamente por entornos plenamente controlados, y siempre con un técnico a bordo para casos de emergencia. El prototipo del Toyota Research Institute también cuenta con un conductor, pero ahí termina su semejanza.
Y es que en su caso hablamos de todo un Supra que, como muestra este vídeo, puede recorrer un trazado a gran velocidad mientras derrapa para esquivar obstáculos.
Hasta aquí podría parecer un loco experimento más, pero se trata del resultado de todo un año de trabajo conjunto entre el TRI y la Universidad de Stanford con la meta de cambiar el futuro de la seguridad vial.
Amplificar las capacidades del conductor humano
Por término medio, los accidentes de tráfico causan aproximadamente 1,35 millones de fallecimientos al año en todo el mundo. En algunos de esos trágicos escenarios, el conductor del vehículo siniestrado se vio obligado a realizar maniobras extremas que superaban sus propias capacidades o las del vehículo.
Por ello, lo que los investigadores buscan con este proyecto es crear un asistente ultrainteligente que ayude a los conductores a sortear peligros con los reflejos y la técnica de un piloto profesional.
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