2022 se ha tomado como un año de transición entre el impacto que ha supuesto la crisis de semiconductores y una relativa vuelta a la normalidad, aunque los pronósticos siguen siendo inciertos.
Cada fabricante tiene sus propias apuestas, pero los grandes como Ford, Hyundai o General Motors no ven remitir la crisis hasta la primera mitad de 2022 como poco. Tampoco los proveedores.
Un impacto que calculan en 210.000 millones de dólares
«Hemos aprendido muy dolorosamente la lección de que no podemos administrar la cadena de suministro para estos componentes clave como lo hemos hecho», ha reconocido el director ejecutivo de Ford, Jim Farley.
La firma del óvalo se ha asociado con el fabricante de chips estadounidense GlobalFoundries para reducir la dependencia de la taiwanesa TSMC en cuanto a chips de tecnología más antigua.
Ford ha pronosticado una mejora significativa en la segunda mitad del año después de tocar fondo en las ventas de vehículos del primer trimestre de 2021.
En Motorpasión
El software supondrá el 90% de la innovación en los coches, y la crisis de los chips es solo un anticipo de lo que nos espera
General Motors también cree que la escasez de semiconductores disminuirá en la segunda mitad, mientras que cubran más del 80 % de sus necesidades