Los tiempos cambian a marchas forzadas. Las marcas, además, han de amoldarse a esos cambios y prepararse para un mercado futuro que poco tiene ver con el actual. Esto ha provocado que muchas de ellas se fijen en los coches usados para darles una segunda vida y volver a colocarlos en el mercado. Ya son varias marcas las que han movido ficha y han habilitado varias de sus plantas para reacondicionar vehículos usados y recuperarlos para su venta.
La caída de las ventas de coches nuevos y el auge de las ventas de coches usados ha provocado esta nueva manera de entender la movilidad. En España se venden dos coches usados por cada coche nuevo, pero en Francia o Reino Unido este porcentaje sube hasta tres coches usados por cada coche nuevo. Así que la tendencia del mercado está clara. Para aprovechar esta tendencia, varias marcas se han lanzado a habilitar alguna de sus plantas para reacondicionar vehículos usados.
Toyota y Renault, pioneras
Dos de las principales marcas de automoción en Europa, Toyota y Renault, han comenzado a adaptar alguna de sus fábricas para poner a punto a coches usados. Principalmente son vehículos que han pasado su primer ciclo de vida en flotas de leasing o renting. Después de esos primeros cuatro años, pasan por la línea de reacondicionamiento y consiguen ser casi, casi nuevos.
Reanult cuenta con su programa ReFactory, con sede en la planta que la marca tiene en Sevilla y Toyota ha iniciado un programa piloto en la planta británica de Derbyshare. En el caso de Toyota, si el plan funciona bien, también utilizará la planta francesa de Valenciennes para cubrir este servicio.
Otra de las compañías que está aprovechando esta tendencia es Stellantis. Para ello, el grupo de automoción ha adquirido la empresa francesa Aramis, que está especializada en el mercado de vehículos de ocasión. En España cuentan con la marca Clicars, que tiene un funcionamiento similar al de la matriz Aramis.
Lo importante de esta iniciativa es que los vehículos recuperados están a cargo de las propias marcas, lo que presupone que contarán con una recuperación más ajustada, ya que se ceñirán a los estándares de la misma. Así, serán las propias marcas las que ofrecerán vehículos de ocasión que han pasado por sus fábricas para ser preparados para su uso después de su primera vida. Y, según avance el proyecto, podrían ser remozados una segunda vez y vueltos a poner en el mercado después de ocho años de uso.