La idea de los vehículos eléctricos equipados con paneles solares que aporten un extra de autonomía ha ido cobrando cada vez más peso en los últimos años, pero son muchos los obstáculos los que impiden que su desarrollo acabe de despegar. La clave está en encontrar la combinación adecuada de eficiencia, durabilidad, flexibilidad, peso y coste, y puede que sea posible gracias a los TMD y al grafeno.
En torno a estos materiales semiconductores gira el último estudio de un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford expertos en fotovoltaica, que aseguran que son capaces de aumentar el rendimiento de la conversión energética de las celdas fotovoltaicas y generar así suficiente energía como para alimentar un coche eléctrico.
En Motorpasión
Cargar un coche eléctrico con energía solar en España es 12 veces más barato que utilizar gasolina, según este estudio
Las bondades de los TMD y su principal punto débil
Grafeno
Entre los materiales prometedores para el desarrollo de las celdas fotovoltaicas encontramos la forma 2D de carbono conocida como el grafeno o la perovksita (un material cristalino sintético). Pero en la carrera por crear paneles solares flexibles de