Imagina que eres el dueño de un local de copas que está de moda y tus clientes solo buscan lo mejor. Por tanto, para dárselo quieres crear la mejor gama de cócteles posible. Así es que te pones a investigar y descubres que hay un licor que triunfa y que todos lo piden en la misma copa. Teniendo ese conocimiento crear varias recetas, cambiando uno o varios ingredientes, es sencillo y, además, tendrán la aprobación del respetable. Pues ahora imagina que es un coche.
Si trasladamos este símil al sector del automóvil tenemos esta receta. El licor de éxito es la plataforma MQB-A0 y la copa no es más que el segmento de moda, el de los SUV´s. A partir de ahí, agregamos un diseño moderno y con líneas coupé que entra por el ojo a la primera. Como aderezo no faltará una calidad destacable, una técnica de primer orden y una gama mecánica lógica y bien pensada. El resultado: el B-SUV Coupé Volkswagen Taigo.
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La línea del Volkswagen Taigo es fresca, dinámica y muy atractiva
Como hemos dicho, uno de los ingredientes básicos en la receta del Volkswagen Taigo es el diseño. En una carrocería de 4,26 metros de longitud, 3 centímetros más que su hermano mayor T-Roc, el equipo creativo de la marca ha sabido combinar un diseño reconocible a simple vista con líneas modernas. En su frontal, lo primero que llama la atención es la fina línea LED que une las ópticas LED y que llega directa de la gama eléctrica ID.
Tampoco falta una parrilla sobredimensionada o un paragolpes deportivo, ambos, con patrón interior con diseño de panal de abeja. En las esquinas tenemos unas luces anti niebla LED para toda la gama que van envueltas en una especie de máscara acabada en negro piano. Con todo, la revolución del