Sin el sonido de los potentes motores de combustión, las grandes berlinas eléctricas lucharán por ofrecer el mayor silencio a bordo. La firma bávara ya está preparando para ello al futuro BMW i7, el modelo que rematará por arriba su gama de eléctricos y que está llamado a ser el némesis del Mercedes-Benz EQS.
La firma bávara está poniendo a prueba un prototipo del i7 en el banco de su centro de investigación en Múnich. Dentro y fuera del habitáculo, un conjunto de micrófonos y sonómetros miden escrupulosamente los niveles de ruido y analizan el comportamiento de sus materiales aislantes.
Silencio en todas las circunstancias
Un motor eléctrico no llega ni por asomo a los niveles de sonoridad de uno de combustión. Pero en un vehículo de este nivel, tan entregado al confort, el rumor y los zumbidos de estos propulsores no son admisibles.
Para el i7, BMW ha priorizado una entrega de potencia sin ruido, optimizando los componentes internos del propulsor a la vez que lo cubre con un encapsulado aislante. En esto, ya iguala al EQS que también utiliza aislantes en su mecánica.
Las salas de prueba de la firma alemana son, además, capaces de reproducir cualquier tipo de entorno sonoro que pueda encontrarse en el mundo real. Un conjunto de altavoces puede emitir ruidos típicos de la urbe, o el