Actualmente es el fabricante chino NIO el que domina el mercado de intercambio de baterías de vehículos eléctricos (también Geely) junto a la taiwanesa Gogoro. Se trata de un procedimiento rápido y sencillo para el usuario que facilita la expansión de la electromovilidad, pero que aún no ha calado entre los grandes fabricantes occidentales.
BMW asegura que, de momento, producir baterías en exceso para cambiarlas sobre la marcha no entra en sus planes: sería una tarea que requeriría muchos recursos.
Centrados en las baterías de estado sólido
BMW i Vision Circular.
La firma bávara ha reconocido a la cabecera alemana Automobilwoche que sus futuros modelos eléctricos bajo la plataforma ‘Neue Klasse’ no se fabricarán pensando en el intercambio de baterías.
BMW considera que es demasiado caro establecer una infraestructura de carga y logística para las estaciones de intercambio de baterías debido al alto coste que supone fabricar baterías extra.
En el caso de NIO, que ya tiene más de 800 estaciones de intercambio de baterías en China, el sistema se basa en una plataforma móvil controlada por un operario que se encarga de retirar del coche la batería agotada, trasladarla hasta el almacén y montar una nueva.
A razón de minuto y medio, aproximadamente, para cada uno de estos tres pasos, el intercambio de baterías se culmina en unos 4,5 minutos.
El plan de NIO es poner en marcha cuatro estaciones