Cuando hablamos del sector del automóvil, por regla general, lo hacemos de forma globalizada. Es decir, que todo lo que pasa en él, afecta a todos los mercados y actores que juegan en él. Sin embargo, aunque no lo creas, hay zonas a las que les gusta ir por libre, creando sus propias reglas del juego. Uno de los mercados que más hace la «puñeta» a las marcas es China y la razón es la siguiente: O las cosas se hacen a su modo, o es mejor que no intentes entrar…
Si echáis la vista atrás, debéis recordar cuándo los coches eléctricos aún eran un sueño. En ese entonces lo único que querían era que las marcas llegaran y les licenciaran sus tecnologías. Ahora, en cambio, son ellos los que imponen su manera de hacer y esto se traslada a marcas y productos de todo tipo. Uno de los ejemplos que cumplen esta norma es el nuevo BMW X5 Li que, aunque no es primicia en sí, se adapta para vender más. ¿Sabes por qué?
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La distancia entre ejes del BMW X5 Li crece en 13 centímetros que van a parar al asiento trasero…
Imagino que lo sabrás, porque aquí también lo hemos dicho mucho, pero a los clientes chinos les «priva» tener mucho espacio. Tener mucha distancia entre los asientos para así poder estirar las piernas e ir muy cómodos. Y la única manera de hacerlo es estirando la longitud de los modelos a base de, otra vez, incrementar la batalla. Esta es la razón de ser del BMW X5 Li, ofrecer hasta 13 centímetros extra de distancia entre ejes para dar más espacio.
La actual generación del D-SUV de la Bayerische vio la luz en 2019 pero aún no cumplía con los gustos chinos. Baste decir que la distancia entre ejes de