Con la llegada del coche eléctrico, los fabricantes no escatiman en soluciones de todo tipo para ganar kilómetros de autonomía. Cada kilómetro cuenta, y los paneles solares situados en el techo son una alternativa que ya podemos encontrar en algunos nuevos modelos.
Sin ir más lejos, como os contamos en la prueba del Hundai Ioniq 5, el coche eléctrico de la marca coreana ofrece en opción un techo con paneles fotovoltaicos que aprovecha la energía del sol para recargar tanto la batería de tracción, como la batería de 12 voltios para los servicios auxiliares del vehículo. Según la marca, en condiciones ideales, este techo puede recuperar energía para recorrer en torno a 5 km al día.
Una cifra similar anuncia Toyota con los paneles solares que puede llegar el Prius Plug-In Hybrid. Con una potencia 180 W, son capaces de generar entre 0,10 y 0,23 kWh. El Tesla Cybertrack también se anunció con un sistema de placas solares como opción.
¿Merecen la pena los techos solares fotovoltaicos?
Aunque la ganancia pueda parecer poca, no deja de tener relevancia. A partir de cierto nivel, para ganar 5 km de autonomía en un coche eléctrico puede ser necesario un cambio muy drástico en la aerodinámica, condicionando incluso otros aspectos como el confort o el espacio interior.
Y al cabo de un año, estamos hablando de que los paneles solares pueden proporcionar en torno a 1.000 km de autonomía extra “gratis”. Eso sí, estas cifras solo son posibles si el coche está al menos entre 4 y 5 horas diarias al sol durante una media de unos 200 días al año. En otras palabras: la ganancia que permiten los paneles solares en el techo suponen en torno a 1 km de autonomía eléctrica diario por cada hora que el coche esté aparcado al sol.
Otro coche que “presume” de cargarse con el sol, el revolucionario Lightyear One, multiplica considerablemente esta cifra y aporta unos 12 km adicionales de autonomía por cada hora de circulación recibiendo luz solar, gracias a sus 5 metros cuadrados de paneles solares.
Pero aun así, está claro que amortizar un elemento como el techo con paneles solares, en el caso de que el vehículo no lo incluya de serie, es muy complicado. Sin embargo, a corto plazo veremos a muchas marcas ofrecer esta tecnología de serie, para poder mejorar la autonomía de sus coches eléctricos.
Mercedes-Benz, por ejemplo, ya adelantó con el prototipo Vision EQXX presentado en el CES de Las Vegas 2022, equipado con este sistema, que planea ofrecer en sus nuevos coches eléctricos a partir de 2024 un techo fotovoltaico de serie que aportará unos 25 km extra de autonomía durante un viaje de larga distancia
¿Por qué no hay más coches solares?
Lo que no parece posible a corto o medio plazo es que vamos coches solares capaces de funcionar únicamente con la energía que sus paneles fotovoltaicos sean capaces de generar con la luz del sol. Por mucho que aumente la potencia de estos paneles en el futuro, es muy complicado que puedan pasar a generar la energía eléctrica suficiente como para satisfacer las demandas de la batería de tracción del vehículo.
Y es que la principal dificultad para diseñar un coche solar está relacionada con la tasa de conversión de energía de los paneles solares, que en la actualidad tienen una eficiencia de alrededor del 20%. En su estado actual, se necesitaría mucho tiempo con el coche aparcado al sol para conseguir la energía suficiente… incluso suponiendo que se extendiera la utilización de las placas solares a otras partes de la carrocería.
Un ejemplo en este sentido es el Sion, de Sonomotors, una empresa especialista en la aplicación de paneles fotovoltaicos en automoción, con interesantes proyectos también en camiones y autobuses. En el caso del Sion, que se anuncia como “un coche eléctrico con una autonomía de 305 km que se recarga con la luz del sol”, en realidad es un coche eléctrico con una batería recargable mediante una toma de corriente eléctrica, que puede añadir una autonomía extra de unos 112 km a la semana gracias a los paneles solares que incorpora en el techo, en los laterales de la carrocería, en el capó y en el portón trasero, totalizando 248 células solares.
Eso son unos 15 km diarios; lo cual quiere decir que, en el mejor de los casos, podrías recorrer, como mucho, esa distancia con la energía recuperada exclusivamente aparcando el coche al sol, sin necesidad de enchufarlo.
Por otro lado, está el factor precio. En la actualidad, el mencionado Lightyear One, que puede ser uno de los coches con paneles solares de más largo alcance cuando se trata de avanzar kilómetros con la energía del sol, cuesta el doble que un Tesla Model S.
Y en último lugar, hay que tener en cuenta que si queremos multiplicar la eficiencia de un coche solar hay que extender la aplicación de las células solares más allá del techo, con los problemas de diseño que eso conlleva en cuanto a adaptabilidad del material a las formas de la carrocería, peso, resistencia, vulnerabilidad en caso de impacto…