Aún hay quien piensa que sí, pero no hay guerra justa. A lo largo de la historia de la humanidad hemos visto un sin fin de conflictos que, tuvieran la razón de ser que tuvieran, siempre afectaron a los más débiles. La población civil a menudo es un arma arrojadiza con la que dirigentes despiadados juegan para favorecer sus planes. El caso de la invasión de Ucrania por parte de Rusia es el último, pero tristemente no será el que cierre este mal sueño…
Luego, tras las personas, los más perjudicados son las empresas. Sin ellas no hay actividad económica y por tanto no hay riqueza, da igual quien inicie o no la guerra. En este caso, viendo la flagrante invasión de Rusia sobre Ucrania las organizaciones de todo el mundo están reaccionando para dar la espalda a Putin y su gobierno. Ford es una de las que ha dicho, en el sector del automóvil, basta. Corta relaciones con los rusos y hasta nuevo aviso se va del país…
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La presencia de Ford en Rusia se reduce, ahora, a la fabricación de furgonetas comerciales…
Para anunciar el cese temporal, o no, de su actividad en Rusia el Blue Oval ha publicado una nota de prensa… En ella podemos leer el siguiente mensaje…
«Como parte de la comunidad global, Ford está profundamente preocupada por la invasión de Ucrania y las amenazas resultantes para la paz y la estabilidad. La situación nos ha obligado a reevaluar nuestras operaciones en Rusia. En los últimos años, Ford ha reducido significativamente sus operaciones rusas, que ahora se centran exclusivamente en la fabricación de furgonetas comerciales y las ventas rusas a través de una participación minoritaria en la empresa conjunta Sollers Ford. Dada la situación, hoy informamos a nuestros socios que suspenderemos nuestras operaciones en Rusia, con efecto inmediato, hasta nuevo aviso»
Pero