Con él no empezó la fiebre, pero sí encendió la chispa para que el incendio se propagara sin remedio por el sector. El Qashqai supuso para el fabricante nipón Nissan la salvación, pues estaba al borde de la quiebra. Sobre todo porque el Almera, en su última iteración, fue un fracaso. Amén de que el Tiida, por su concepto y diseño peculiar, no supo conquistar el corazón de los clientes del Viejo Continente. Pero eso cambió para siempre con su SUV compacto.
Como sabéis, el tiempo ha pasado y la firma lo ha ido evolucionando. En estos momentos va por su tercera iteración, la más completa y tecnológica. Tanto, que en estos días ve la luz la versión más ecológica de todas las que formarán la gama. Se trata del Nissan Qashqai e-POWER, la declinación híbrida. Eso sí, no esperes un tren motriz como en el resto de sus rivales. Aquí los ingenieros de la marca han tomado su propio camino y, ojo, que puede confundirte…
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El nuevo Nissan Qashqai e-POWER se mueve gracias a un motor eléctrico, pero también tiene uno térmico…
Sí, porque el Nissan Qashqai e-POWER usa un tren híbrido que no se parece a los de Honda o Toyota. De entrada, porque aún combinando un motor térmico con uno eléctrico, el primero no mueve nunca las ruedas. Es decir, que la nueva unidad 1.5 Turbo de tres cilindros sólo proporciona electricidad, a través del inversor, al motor eléctrico, al paquete de baterías o a ambos sistemas. Todo, en función del tipo de conducción que se realice.
Por su parte, el motor de gasolina tiene relación de compresión variable y genera 156 CV de potencia. Según explican en la nota de prensa, el motor funciona dentro de su rango óptimo y la mejor relación de compresión. De esta forma, ofrece mayor eficiencia