La invasión de Rusia a Ucrania va a traer cola nos guste o no. Por ahora no hay ninguna potencia europea o de otro continente que quiera poner freno a los desmanes de Vladimir Putin. La razón para tanta cautela es sencilla: evitar un conflicto a escala mundial que termine de hundir a las economías que aún no se han recuperado de la crisis del COVID-19. Uno de los sectores que peor lo está pasando es el del automóvil tal como se ve en los datos.
Hace unos días hablábamos de que las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea ya estaban empezando a dar sus frutos. Amén de que fabricantes como Ford y BMW anunciaron que no seguían trabajando en el país. Luego fue Suzuki la que siguió sus pasos pero también hay marcas que no pueden dar ese salto al vació y abandonar Rusia. El más implicado es Renault por su relación con AutoVAZ y su filial Lada.
renderAd(,44162);
Renault posee un 68% de AutoVAZ que, a su vez, controla el capital de Lada…
Por si lo habías olvidado, Renault controla un 68 por ciento de las acciones de AutoVAZ. Además esta casa tiene entre sus muchos activos a Lada, el principal fabricante de coches de Rusia. De hecho, hace nada hablamos del problema que está teniendo con la cadena de suministros y el paro de su fábrica de Togliatti. Pues en el seno de la casa gala están un tanto nerviosos, porque ante las sanciones Putin podría nacionalizar sus empresas.
Según varias fuentes, entre las que está Bloomberg, el Kremlin estaría pensando en volver a la autarquía. Es decir, que ante la incapacidad de contar con suministros del exterior, volverían a producir de forma local. Para ello se tendrían que expropiar fábricas y pasar su control al gobierno ruso. Esto