Desde que Francia abrió la veda al retrofit hace ya un par de años y regularizó las adaptaciones o conversiones de coches con motor térmico en eléctricos, cada vez son más las empresas que se animan a iniciar su actividad en el país galo, prácticamente todas dentro del marco de la asociación AIRe.
Una de las últimas en unirse a este proyecto ha sido Transition-One, una start-up que promete reconvertir utilitarios de combustión como el Fiat 500, el Renault Twingo (de segunda generación) o el Volkswagen Polo (de cuarta) a eléctricos, por precios que prometen ser muy competitivos.
Retrofit asequible y pensado para la ciudad
En Francia, hay unos 40 millones de vehículos, y en los mejores años se venden unos dos millones al año. Gracias a que se están tomando cada vez más medidas para reducir las emisiones de CO₂ en el país, las empresas dedicadas al retrofit no dejan de aumentar. A medida que lo hacen, se van especializando en diferentes tipos de vehículos.
En Motorpasión
Retrofit: el fascinante arte de convertir un coche gasolina o diésel en eléctrico
Algunas de las más conocidas en nuestro país vecino son Retrofuture (enfocada en los clásicos) o Phoenix Mobility (que se dedica sobre todo a los vehículos comerciales), incluso Noil,