Una gran mayoría de accidentes comienzan por un error humano. Y muchos de los que protagonizan coches y bicicletas ni siquiera suceden entre el tráfico sino que son golpes producidos cuando, al abrir la puerta para bajarnos de nuestro vehículo, alcanzamos sin querer a un ciclista que pasaba por nuestro lado.
Pero para evitar este tipo de incidentes basta con un gesto, conocido como ‘gesto holandés’. Se trata de una alternativa para abrir la puerta sin peligro originaria de los Países Bajos, y que ahora recomienda la Guardia Civil desde sus redes sociales.
Un gesto tan seguro como natural
En 1970, y ante las elevadas cifras de siniestralidad entre el colectivo ciclista, el gobierno holandés observó que la mayoría de estos incidentes tenía un esquema común: un ciclista se aproxima a un coche aparcado, cuyos ocupantes abren de repente sus puertas golpeándole u obligándole a cambiar de trayectoria improvisadamente.
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Para cortar de raíz las heridas e, incluso, muertes que causaban estos accidentes, las autoridades crearon un gesto corrector que consiste en abrir la puerta utilizando siempre la mano más alejada de ésta.
Un ejemplo: una vez detenidos y desde el asiento del conductor, tomamos con la mano derecha el tirador interior de la puerta, que estará situado a nuestra izquierda. Con sólo realizar el movimiento del brazo, nos veremos obligados a girar