El control del consumo de alcohol al volante es algo fundamental para evitar muchos accidentes de tráfico. El 27% de los accidentes con víctimas mortales que se producen en España tienen al alcohol como parte implicada. Por ese motivo, es fundamental el trabajo realizado para evitar que se circule con alcohol en el cuerpo.
El pasado 21 de marzo entró en vigor la nueva Ley de Tráfico, que trae importantes novedades. Entre ellas, la incorporación de una preinstalación de un sistema de bloqueo del arranque a través de un alcoholímetro incorporado en el vehículo. Esto es algo que se ha aprobado en toda Europa y por el momento, solo se exige a nivel europeo la preinstalación.
A partir de ahí será cada país quien legisle para activar su uso. En España, estarán obligados a su preinstalación los vehículos de transporte de pasajeros. Y será a partir de esa fecha cuando será posible utilizarlo, ya que los modelos matriculados antes de esa fecha no pueden equiparlo debido a su complejidad técnica.
El Alcolock evita que el vehículo arranque si detecta que el conductor supera el nivel máximo de alcohol. De esta manera se evitarán muchos accidentes de tráfico y se salvarán vidas. Esta medida será obligatoria dentro de poco, una vez se establezca el marco legal para su utilización.
Aunque se implementará a partir del 6 de julio de 2022, será dos años después, el 6 julio de 2024 será obligatorio su uso en coches y vehículos de transporte de personas. Su uso será indispensable para que pueda arrancar, así que al parecer será más seguro circular por las carreteras y calles de toda Europa.
Sistemas antifraude
Una de las dudas que genera este sistema es ¿qué evita que sea otro conductor el que sople en el sistema Alcolock? Este equipará un sistema de reconocimiento del usuario, así que estará programado para identificar al usuario y evitará cualquier tipo de fraude.
En cuanto al funcionamiento, el Alcolock permite el análisis del alcohol en aire espirado de 0 a 2,5 mg/l en un tiempo máximo de 25 segundos. Además, es capaz de guardar un archivo de hasta 100.000 pruebas para realizar un seguimiento si es necesario. Si el conductor realiza un paro en el trayecto superior a 30 minutos, para volver a arrancar tendrá que realizar de nuevo la prueba, una medida impuesta para incrementar la seguridad en cada desplazamiento.
Por el momento y hasta 2024, este requisito se irá incorporando a los vehículos de transporte de personas gradualmente, a medida que los distintos países legislen al respecto.