Al igual que todo el Grupo Volkswagen, Audi tiene como objetivo una movilidad neutra en carbono y quiere alcanzar una neutralidad climática neta para 2050. El foco principal se centra en los vehículos de propulsión eléctrica. Además, Audi sigue mejorando la sostenibilidad medioambiental de sus motores de combustión: la marca de los cuatro aros ha homologado muchos de sus motores diésel de seis cilindros para que puedan funcionar con el combustible renovable HVO (hydrotreated vegetable oil: aceite vegetal hidrotratado).
Los combustibles renovables, conocidos como reFuels, permiten que los motores térmicos funcionen de forma más respetuosa con el clima y son un medio eficaz de desfosilización, tanto a corto plazo como a partir de 2033, cuando salga de la cadena de producción en Europa el último vehículo Audi con motor de combustión. Los modelos de Audi con motores diésel V6 de hasta 210 kW (286 CV) que se fabriquen a partir de mediados de febrero podrán repostar combustible HVO que cumpla la normativa europea EN 15940. El aceite vegetal hidrotratado HVO es un combustible sostenible que permite reducir las emisiones de CO2 entre un 70% y un 95% en comparación con el gasóleo de origen fósil.
Otra ventaja de este combustible es que cuenta con un índice de cetano significativamente más alto, lo que permite una combustión más eficiente y más limpia frente al gasóleo convencional. “Como el índice de cetano del HVO es alrededor de un 30% más elevado mejora la combustión, con efectos positivos que son especialmente notables en el arranque en frío. Antes de aprobar la utilización de este combustible verificamos sus efectos en distintos componentes y comprobamos las prestaciones y las emisiones de los gases de escape en pruebas de validación específicas”, explica Mattias Schober, responsable de desarrollo de sistemas de propulsión V-TFSI, TDI y PHEV en Audi. Para