Aston Martin parece no estar gozando de un buen momento en la Fórmula 1. Si su coche no está dando todo lo que se esperaba, se encuentra con otro escollo en esta prueba de motor. Y es que han recibido muchas quejas acerca de la función del Aston Martin Vantage como Safety Car en las pruebas donde ha participado.
La principal queja que ha recibido es que no es un coche lo suficiente rápido como para cumplir con esa importante labor. Los pilotos se ven frenados por el coche, que al parecer no es capaz de aguantar el ritmo de los coches de competición. Esto provoca que los monoplazas no puedan mantener la temperatura óptima de los neumáticos y sufran importantes inconvenientes en su evolución en pista.
Quejas de los pilotos
Varios de los pilotos han transmitido a los responsables de la FIA su malestar con el funcionamiento del Aston Martin Vantage. Max Verstappen no se ha cortado al declarar que «el Aston Martin Vantage es una tortuga» y crea situaciones incómodas cuando tiene que actuar. Otros impolicados en la Fórmula 1 también han dado su opinión. George Russel, de Mercedes, ha señalado que el actual Safety Car es unos cinco segundos más lento por vuelta que el Mercedes-AMG GT Black Series.
Incluso el piloto al volante del Aston Martin Vantage ha declarado que, dada la velocidad del modelo, no se puede hacer más de lo que se hace. El Aston Martin Vantage utilizado como Safety Car utiliza un motor V8 biturbo de 4.0 litros modificado. Aporta una potencia de 528 CV, que no es poco, pero que resulta insuficiente para esta delicada función.
En comparación, el Mercedes nombrado antes aporta una potencia de 730 CV, así que la diferencia es obvia. Sin embargo, la FIA ha publicado un comunicado en el que defiende la elección del Vantage como Safety Car. Según este comunicado, la velocidad de este vehículo de seguridad no ha de ser relevante, sino que su principal función es controlar la velocidad de los vehículos en pista ante un accidente, evitar nuevos daños y asegurar la integridad de los pilotos, jueces y técnicos de la competición.
Así que la continuidad del Aston Martin Vantage como Safety Car está en la cuerda floja y será en los próximos meses donde se valorará la pertinencia de su presencia en la Fórmula 1.