El Palisade es la viva prueba de que Hyundai puede desarrollar y fabricar coches de elevada calidad. No es que los que venda en Europa sean malos, todo lo contrario, pero este SUV de segmento F ha sido pensado para un cliente que está acostumbrado a lo mejor. Eso, sin tener en cuenta que la filial premium Genesis es la responsable de crear modelos para competir directamente contra pesos pesados de la talla de Audi, BMW o Mercedes-Benz.
Con todo, el Hyundai Palisade ha sabido distanciarse de su hermano técnico Kia Telluride. No obstante, su ciclo vital es calcado y por ende, también le toca pasar por el quirófano para refrescar su imagen y nivel técnico. El problema está en la libertad que ha tenido una y otra firma, pues donde Kia ha ido a por todas los de Hyundai se han conformado con lo básico. En todo caso, estamos ante un producto que para sí quisiera más de una firma rival…
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El diseño del nuevo Hyundai Palisade es más sofisticado, dándole un aire señorial…
Lo primero que llama la atención en el renovado Hyundai Palisade es el frontal. Ahora parece más vertical fruto de la inclusión de una nueva parrilla «en cascada» que, de paso, también modifica su marco. Las «alas» pasan a estar bajo las ópticas superiores, aunque a diferencia de su predecesor son más finas. Por su parte la disposición de las ópticas y las funciones de iluminación no varían, perdiendo la oportunidad de adoptar el patrón del Tucson.
En la zona baja el Palisade estrena paragolpes así como ópticas Full LED para la función de anti niebla. El resto queda tal cual, incluso su perfil que se limita a incluir llantas de aleación de 20 pulgadas de nuevo cuño. Por su parte los cambios de la zaga son aún menores.