Fuente: Rudy Carezzevoli
Llega el momento ansiado, ver qué rendimiento tienen realmente los monoplazas a una vuelta, y eso se demuestra el sábado en la sesión de clasificación. Nada de lo visto en las tres sesiones de entrenamientos libres previas sirve de mucho. El momento de la verdad es ahora, y lo cierto es que la ilusión por lo que podían haber hecho aquí los españoles se ha disuelto. Comienza mal el GP de Australia de F1 2022.
Ha sido una clasificación accidentada, y uno de los que aspiraba a más y se ha llevado la peor parte ha sido Fernando Alonso. El Alpine en manos de Alonso rendía bien aquí, iban bastante rápidos, y podrían haber estado en P4 o P5. Sin embargo, finalmente saldrá P10 por un accidente en una de sus vueltas. La caja de cambios tenía un problema que hizo que se fuese contra el muro y su clasificación terminase al principio de la Q3 cuando estaba completando una vuelta mágica muy rápida. Una pena, pero no ha sido la única…
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Por otro lado, Carlos Sainz también tenía un coche para hacer fácil P1 o P2. Charles Leclerc ha conseguido la pole, seguido de los dos Red Bull con Max y Checo justo detrás por ese orden. Sin embargo, el otro español ha tenido problemas para arrancar el monoplaza para el último intento de la Q3. Y no ha podido calentar neumáticos, por lo que ha quedado P9. Es decir, de tener a los dos españoles en el Top 5 que en el GP de Australia era posible a tenerlos en la cola del Top 10.
Lo de Ferrari ha sido un problema puntual, generalmente están primeros. Pero lo de Alpine comienza a ser algo más serio. El Plan parecía desinflarse en la primera carrera, con un rendimiento inferior al