Argelia, nuestro principal proveedor de gas natural licuado (GNL), ha amenazado con cortar el suministro de forma inmediata si España desvía parte de la energía a Marruecos a través de gasoducto del Magreb, pues ambos países magrebíes llevan décadas enfrentados.
Dicha advertencia llega tras conocer que nuestro país pretende reabrir el gasoducto próximamente, a través de un correo electrónico que ha hecho llegar la propia vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, a su homólogo argelino.
La respuesta del Ejecutivo español al argelino no se ha hecho esperar, pues Sánchez ha querido aclarar que “en ningún caso enviará gas argelino a Marruecos”, sino que el gasoducto del Magreb-Europa se utilizará para transportar el gas comprado por Rabat en los mercados internacionales.
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Esto debería aplacar las advertencias de Argelia, que podría aprovechar para subir el precio del gas y acercarlo al precio medio de mercado (actualmente está por debajo). Algo, que a su vez, repercutiría en los bolsillos de los consumidores.
Cruce de correos electrónicos en un contexto de alta tensión
El origen de la advertencia del ministro de Energía y Minas argelino, Mohamed Arkab,