En Mercedes-Benz presentan su nueva Mercedes Clase T como un monovolumen, algo que encaja con su silueta y con la versatilidad que ofrece el interior. Pero no estamos ante un monovolumen al uso, como puede ser el Mercedes Clase B. En realidad, estamos ante una versión muy «turismo» de una conocida furgoneta, la Mercedes Citan.
Nomenclatura a un lado, en la transformación de «furgo» a monovolumen el nuevo Mercedes Clase T apuesta por un gran espacio interior, presume de las posibilidades de equipamiento de cualquier turismo… y también de un comportamiento que en nada debe recordar a un vehículo derivado de un comercial, por mucho que su silueta le delate. Una fórmula que ya hemos visto en otros fabricantes, entre los que podríamos mencionar el Volkswagen Caddy como una de las principales alternativas.
El diseño y las dimensiones del Mercedes Clase T
Exteriormente, el diseño del Clase T es inequívocamente Mercedes, gracias a la inconfundible parrilla de la marca. Más adelante está confirmada una versión de batalla larga, que permitirá contar con tres filas de asientos y siete plazas. De momento, se pondrá a la venta la versión corta, con cinco plazas y una longitud de 4,50 metros. La anchura es de 1,86 metros, con una altura que alcanza los 1,81 metros, la cota que más identifica su origen «comercial». Como detalles para asociarla más a un turismo encontramos la calandra cromada, o los retrovisores, las manetas de las puertas y el paragolpes en el color de la carrocería.
La doble puerta lateral corredera, una característica muy común en este tipo de vehículos, garantiza un fácil acceso a las plazas posteriores, mientras que el gran portón trasero está articulado en el techo y permite acceder a un enorme maletero con un borde de carga muy bajo (apenas 561 mm), que ofrece muchas posibilidades al poder plegarse los asientos traseros dejando una superficie completamente plana. La capacidad para el equipaje puede variar desde 520 hasta más de 2.100 litros, en función de cómo se configuren los asientos. Como opción, Mercedes ofrece un portón trasero dividido en dos partes.
En cuanto al interior, no podía faltar la interfaz MBUX de la marca. En este caso, la pantalla táctil del sistema multimedia es de 7 pulgadas, y se coloca en posición flotante, entre las dos salidas centrales de ventilación. Una segunda pantalla de 5,5 pulgadas en la instrumentación completa la información de los relojes analógicos. Se ha prestado especial atención no solo al tacto y a la calidad de los materiales empleados, sino también a las posibilidades de personalización, con acabados bicolor mediante inserciones en algunos elementos del salpicadero a juego con la carrocería, o un sistema de iluminación ambiental con hasta ocho tonos. Incluso el volante es el que podemos encontrar en otros turismos de la marca, con los botones Touch Control.
Existen dos líneas de personalización, denominadas Style y Progressive, la primera mucho más desenfadada y a segunda más centrada en el refinamiento y el lujo. Y no falta lo último en conectividad o asistentes a la conducción, con funciones como el control por voz, los servicios digitales de Mercedes me connect, el asistente de frenado activo, el asistente activo de conducción Distronic o los faros LED, entre muchos otros.
Motores gasolina y diésel
La gama de motores del Mercedes Clase T cuenta con un 1.5 turbodiesel y un 1.3 de gasolina, todos de cuatro cilindros. El turbodiésel se desdobla en dos variantes, el T 160 d, con 95 CV y un par máximo de 270 Nm, y el T 180 d, con 116 CV y 270 Nm de par. En el caso del 1.3 de gasolina también hay dos posibilidades para elegir, el T 160 de 102 CV y 200 Nm de par, o el T 180 con 131 CV y 240 Nm de par. Todos ellos cuentan con cambio manual de seis marchas, y opcionalmente se puede equipar –menos en el T 160– un cambio de doble embrague de siete velocidades.
Ninguna de las versiones mecánicas para le inicio de la comercialización se anuncia con hibridación ligera, que les otorgaría la etiqueta ECO de la DGT. Sí se confirma que en el futuro llegará la versión EQT de propulsión eléctrica, que nos anticipaba el EQT concept, y todavía en fase de desarrollo. Una opción que abrirá la oferta de Mercedes-Benz en su gama de furgonetas de pasajeros con propulsión eléctrica, como alternativa mucho más económica que el Mercedes EQV.