La guerra que Rusia ha iniciado para invadir Ucrania no tiene justificación alguna. Intentar arrebatar la soberanía de un país libre para imponerles sus ideas no puede ni debe tolerarse. Sobre todo porque mañana todo podría cambiar y tocarnos a nosotros mismos. Sea como fuere, una guerra arrasa con todo y todos acabando con las vidas de miles de inocentes y los sueños de otros tantos. Amén de que la economía mundial puede quedar hundida.
Esto lo está viviendo el sector del automóvil. Prácticamente todas las firmas que tienen intereses en Rusia han tenido que parar sus actividades y cerrar sus fábricas. Renault y Mercedes-Benz son dos de las que más tienen que perder, pero también hay casos dolorosos como el de Mitsubishi. Ahora, la casa nipona anuncia que para la producción de la planta de Kaluga y cesa de forma ininterrumpida toda actividad. Pero tendrá consecuencias.
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Mitsubishi comparte la fábrica de Kaluga con Stellantis…
Por si no lo sabías, Rusia es uno de los principales mercados mundiales para Mitsubishi. De hecho, lleva muchos años siendo una de las firmas que más vende, centrando su cuota en el Pajero Sport. Es más, para que sus clientes no se vayan a la competencia fabrica de forma local este modelo. Para ello utiliza como centro base el ubicado en Kaluga, aunque no es la única firma que también emplea estas instalaciones para montar sus coches.
Kaluga es una fábrica que, a día de hoy, está compartida por Mitsubishi y Stellantis. Los japoneses han centrado su atención en el Pajero Sport, pero los galo-italo-americanos ensamblan para la región sus comerciales de segmento C. Se trata de los Citroën Berlingo, Opel Combo y Peugeot Traveller que tan buena acogida tienen. Sin embargo, Stellantis se ha limitado a decir que moverá su producción a otro centro más seguro y