Ford lanzaba al mercado en 1997 un modelo del segmento B con un diseño cupé de tres puertas, una apariencia deportiva y sobre todo novedosa para la época. Sin embargo, ha sido en 2019 cuando la marca americana decidió recuperar a ese icónico modelo llamado Ford Puma pero dándole un giro de 180 grados. En la actualidad es un SUV del segmento B que mantiene ligeramente detalles en el diseño que lo recuerdan a su antepasado. Ofrece mecánicas de 125, 155 y 200 CV, siendo esta última la más aspiracional.
En la prueba de hoy estaremos con el Ford Puma 1.0 MHEV de 155 CV, caja de cambios automática y acabado ST Line X. Se trata de una motorización microhibridada que le da la pegatina ECO de la DGT y cuenta con una potencia más que decente para el día a día. Os adelanto precios, y es que el Puma parte desde los 25.769 € en su versión de acceso.
Diseño atractivo y deportivo
Si hablamos del diseño del Ford Puma, podemos decir que comparte bastantes detalles estéticos con su hermano mayor Kuga. Cuenta con una apariencia bonita, deportiva y sobre todo diferencial frente a sus competidores directos.
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En la parte frontal, destaca un grupo óptico full LED con una firma lumínica muy atractiva, una generosa parrilla delantera con molduras en negro brillo, un pequeño lip delantero para darle un aspecto más deportivo y unas entradas de aire en las zonas laterales que son totalmente funcionales.
Continuando hacia el lateral, resaltan unas llantas en 19 pulgadas con medida 225/40, unos marcados pasos de rueda en el color de la carrocería y unos faldones específicos para este acabado en la zona inferior de las puertas con inserciones en negro piano.
Finalizando con la zaga, podemos ver un atractivo alerón que le da un aspecto más agresivo y