A partir de este mismo año todos los coches de nueva fabricación en Europa deberán incorporar obligatoriamente una serie de sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS) en su equipamiento. Entre ellos, se encuentra el detector de fatiga y somnolencia.
Los hay de varios tipos, según su fabricante, aunque en cualquier caso este tipo de sistemas siempre avisan al conductor mediante una alerta visual y acústica de que se debe realizar una parada para descansar. Pero, ¿cómo funcionan? Lo repasamos.
Cómo funciona el detector de fatiga y somnolencia
El sistema de alerta de #fatiga permite monitorizar al conductor, analizando sus reacciones. Si detecta variaciones en la conducción respecto a un patrón de normalidad, el detector avisará al conductor que debe realizar una parada. 👉https://t.co/KcIwRtTMA5#CeroRiesgos pic.twitter.com/zj3n9xTbur— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) April 25, 2022
Conducir de forma continuada durante muchos kilómetros puede ocasionar fatiga visual y física, cansancio y somnolencia.
Esto es algo que también afecta a la audición, por lo que además de hacer que la concentración al volante se vea comprometida, la fatiga reduce el tiempo de reacción y los reflejos, aumentando las posibilidades de sufrir un accidente. Según la DGT entre el 20 y el 30 % de los accidentes de tráfico están relacionados con la fatiga al volante.
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