A la espera de que Rolls-Royce saque su primer modelo 100 % eléctrico bajo la denominación Spectre, la firma nos deleita con una nueva versión de uno de sus buques insignia: el Rolls-Royce Phantom Series II.
Las adaptaciones al Phantom de octava generación incluyen mejoras visuales y estéticas ‘ligeras’, explica la marca, en línea con las solicitudes y comentarios de los conservadores clientes de Rolls-Royce.
Parrilla iluminada, bambú y mucha conectividad
La octava generación de Phantom se presentó en 2017 y desde entonces la clientela de la marca no ha demandado cambios significativos. Por ello Rolls-Royce ha querido mantener la esencia en esta nueva versión.
En el diseño exterior encontramos una nueva línea horizontal pulida entre las luces de circulación diurna sobre la llamada Pantheon Grille, que ahora luce toques geométricos para destacar al Espíritu del Éxtasis.
La parrilla está ahora está iluminada, una característica que debutó y popularizó en Ghost. Los faros están adornados con intrincadas luces de estrella en bisel cortadas con láser.
Detrás de la parrilla cuidadosamente revisada, el corzaón del Phantom sigue siendo el mismo. Se mantiene el tradicional motor V12 de 6,75 litros, que produce 571 CV que se transfieren a la carretera a través de una caja de cambios de ocho velocidades.