No cabe la menor duda de que los SUV ya no son una moda pasajera, sino una tendencia que se implantó hace ya una década y que poco a poco se ha ido “merendando” el estilo habitual de los turismos en prácticamente todos los tamaños. Seat no fue precisamente de las primeras marcas en apostar fuerte por este tipo de carrocerías, pero no les ha ido nada mal con el Ateca y con el Arona.
Hoy vamos a hablar del Seat Arona, un coche que debutaba en el mercado en 2017. Decía la marca de Martorell que era “el crossover definitivo para la ciudad”, aunque es un mensaje de marketing y prácticamente cualquier fabricante tiene que decir lo mismo de su producto para el segmento B-SUV. Sea como fuere, el éxito de este coche es incuestionable; al menos en España.
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El Seat Arona es un coche muy demandado en España
Lo primero a destacar es que este crossover urbano de Seat acumula nada menos 430.000 unidades comercializadas en todo el mundo desde su lanzamiento hace 5 años. De todas ellas, más de 84.000 han sido vendidas en España. Por lo tanto, es un coche que gusta mucho dentro de nuestras fronteras, quedándose en el mercado español uno de cada cinco Seat Arona fabricados.
El pasado 2021 fue un año fantástico para el Arona en España. Y es que éste fue el coche más vendido del año en nuestro país con casi 22.000 unidades, superando a rivales tan duros como el Hyundai Tucson o el Dacia Sandero. Además, se une a otros modelos icónicos de Seat que han sido líderes del mercado en algún momento, como los 1400, 600, 850, 127, Ibiza y León.
Los puntos fuertes y débiles del Seat Arona
Como ya os contamos en nuestra reciente prueba con un Seat Arona TSI de 150