Existe un problema de contaminación asociado al uso de vehículos que no tiene solución, ya sean vehículos de combustión o completamente eléctricos: las partículas tóxicas que se desprenden durante el proceso de frenada.
Si bien las normas europeas anteriores se han centrado en las emisiones del tubo de escape, la próxima legislación ampliará su competencia para incluir las nanopartículas emitidas por las pastillas y los discos de freno, y quedarán recogidas en la norma Euro 7.
Objetivo: ir más allá del tubo de escape
Las partículas ultrafinas procedentes de la abrasión de las pastillas de freno estarán cubiertas por primera vez por un reglamento de la UE junto los óxidos de nitrógeno y los óxidos de azufre emitidos por los automóviles.
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«Con base en la evidencia más reciente, se considerará la necesidad de limitar la emisiones de PM2.5 y nanopartículas de todo tipo de motores de combustión y de frenos en vehículos convencionales y eléctricos, junto con la necesidad de reducir las emisiones contaminantes bajo un conjunto más amplio de condiciones de uso y durante la vida útil de los vehículos», establece el texto publicado por la Comisión Europea.
En este sentido, los vehículos de combustión más pesados, como los SUV y todoterrenos, se verán más afectados por la norma. También los vehículos eléctricos e híbridos que usan discos de freno y