La primera autopista conectada de Europa estará en Italia. Esta vía se conecta con el vehículo y es capaz de informar al conductor sobre los posibles peligros. Con la electrificación tan avanzada, ya casi nadie duda de que el futuro será conectado y autónomo. No obstante, esto no solo afectará a los automóviles, también afectará a las ciudades e incluso a las carreteras.
Además, la primera autopista conectada de Europa ya está proyectada. El objetivo de esto es crear una movilidad más sostenible y eficiente para conseguir una mayor seguridad. Son muchos los países, incluida España, los que están trabajando en el desarrollo de carreteras inteligentes, pero Italia será quien tenga la primera autopista conectada que advierte de posibles peligros.
Autopista inteligente que avisa al conductor ante posibles peligros
Esta revolucionaria autopista conectada que avisa al conductor ante posibles peligros, tendrá una inversión de 250 millones de euros y se comenzará a construir en tres años; 2025. Será la encargada de unir la provincia de Salerno con la región de Reggio Calabria, al sur de Italia y recorrerá más de 400 kilómetros.
La nueva autopista inteligente contará con los últimos desarrollos tecnológicos, incluido el 5G. Esto será clave para el desarrollo de diferentes funciones que se proporcionarán a los usuarios que la utilicen. Con ello se pretende optimizar el monitoreo y el control de la carretera para informar, advertir de posibles peligros y responder a diferentes situaciones que puedan afectar a los usuarios. De esta forma, a través de la tecnología, se busca mejorar la seguridad vial y fomentar una conducción más responsable, eficiente y respetable con el medio ambiente.
La sostenibilidad, la conectividad y la conducción autónoma son tres de los pilares fundamentales de la nueva autopista conectada. Los usuarios podrán conectarse a la vía a través de una app móvil y recibirán notificaciones sobre el estado de la misma, posibles retenciones y/o accidentes, entre otras informaciones. Cabe mencionar que las autoridades italianas han permitido y regulado que los coches autónomos puedan circular por ella sin ninguna restricción. Toda la electricidad necesaria para la conexión de los diferentes dispositivos, el control del tráfico o la red Wi-Fi procederá de fuentes renovables, como paneles fotovoltaicos y turbinas eólicas, que se instalarán en puntos clave, a lo largo de los 400 kilómetros de la autopista.