Ha sido la comidilla del Gran Premio de España de Fórmula 1. En la carrera en la que tradicionalmente todos los equipos presentan sus mejoras, Aston Martin se plantó con un coche que dejaba un curioso parecido a otro monoplaza de la parrilla, el de Red Bull. Una casualidad que no ha sentado nada bien a los de las bebidas energéticas.
Motu proprio, la FIA decidió abrir una investigación antes del Gran Premio ante el evidente parecido de los dos monoplazas, pero concluyó que Aston Martin no había cometido ninguna irregularidad ya que ya había trabajado en ese concepto previamente. Lo que sospechan en Red Bull es que si lo hicieron fue por una fuga de datos.
La FIA investigó al Aston Martin, pero resolvió que era legal
Recordemos que en la Fórmula 1 no solo está prohibido el trasvase de planos, sino también la ingeniería inversa. Es decir, no se puede copiar algo de un rival ni siquiera basándose en fotos hechas por ti de su coche. Es una norma que precisamente se implantó después del affaire de Aston Martin, por entonces Racing Point, con Mercedes. Todo debe ser original.
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