Las 500 millas de Indianápolis siempre son una carrera apasionante, pero las de este año han superado todo lo anterior. Marcus Ericsson se ha llevado la victoria en una mini carrera final a tres vueltas después de una bandera roja, aunque el piloto sueco ya estaba liderando holgado antes del accidente de Jimmie Johnson que obligó a detener la prueba.
El equipo de Chip Ganassi era el gran favorito para la victoria, pero no con el coche de Ericsson. Fueron Scott Dixon y Álex Palou, que salían primero y segundo, los que comandaron las primeras vueltas de la prueba, pero un error del primero y la mala suerte del segundo les ha dejado a ambos sin victorias en Indianápolis.
A Palou le cerraron el ‘pit lane’ justo cuando estaba entrando
En el primer tramo de la prueba parecía que el único que podía aguantarle el ritmo a los dos compañeros de Ganassi era Rinus VeeKay, pero el holandés se fue pronto contra el muro provocando la primera bandera amarilla de la carrera. Fue la segunda, la causada por Callum Ilott, la que ha acabado con las opciones de Palou.
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