Desde la pandemia las compras por internet y, por consiguiente, la distribución múltiple para cumplir con los envíos, no han dejado de aumentar y la tendencia sigue al alza.
Se prevé que en 2030 solo las entregas denominadas “de última milla” aumentarán en un 30 %, y las emisiones derivadas de las mismas se calcula que se elevarán en 25 millones de toneladas de CO₂.
Las exigencias de rapidez y eficacia suponen un verdadero dolor de cabeza para las empresas de paquetería. ¿Podrían las entregas ser además sostenibles? Repasamos las alternativas.
En qué consisten la distribución múltiple y las entregas de última milla
Uno de los sistemas más eficaces para cumplir con las condiciones actuales de las compras en línea es la distribución múltiple, que consiste en combinar varios almacenes logísticos (del más lejano al más cercano) y métodos de transporte (del mayor al más pequeño).
Desde el avión, al tren, camiones, furgonetas y/o vehículos más pequeños para el tramo final de la entrega y asegurarse que el pedido llegue a tiempo.
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Este último tramo que recorre el pedido, denominado como “de última milla”, es quizá el más determinante y se enfrenta a tres