La pasión por los coches es un requisito básico que probablemente una a la gran mayoría de lectores de Motorpasión pero, como en todo, en esto también hay niveles. Superar el del personaje que os traemos hoy es realmente complicado. Se llama Alejandro Regalado, es ingeniero mecánico y restaura coches antiguos por diversión.
Con una barba a lo Gas Monkey, Alejandro nos recibe en su peculiar garaje, que tiene dividido entre Villaviciosa de Odón (Madrid) donde trabaja y Montijo (Badajoz) donde vive, aunque solo sea los fines de semana. Echando un simple vistazo ya podemos encontrar varios coches que son mayores que él.
Un Seat 600, un Jaguar XJR, un BMW E30 y un Mazda NB2 han pasado por su garaje
«Es que yo con 11 años ya conducía, siempre por el campo, eso sí», cuenta para justificar su inevitable pasión por los coches. Alejandro es nieto de taxista y camionero, siempre ha tenido la mecánica presente en su vida: «Mis padres dicen que de pequeño rompía todos los coches de juguetes para ver cómo estaban hechos».
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Entrando en el garaje, el coche que más impresiona de primeras es un