El deportivo de Porsche por excelencia es el 911. No hay vuelta de hoja. Cuando la marca decidió buscarle un sustituto, el Porsche 928, la clientela se negó a ver el lujoso y moderno coupé como un sucesor del 911. Era una época en la que en Porsche reinaba el 911 y nada podía hacerle sombra.
Los Porsche 924, y posteriormente 944, de la gama tuvieron su clientela y gozaron de cierto éxito comercial, pero para muchos seguían sin ser verdaderamente un Porsche deportivo, eran vistos como una suerte de mini 928.
Y sin embargo, ese linaje de Porsche con motores delanteros dio lugar a uno de los mejores deportivos de la marca, un 718 Cayman GT4 RS antes de hora, el Porsche 968 Turbo S.
En Motorpasión
El Opel Omega Evolution 500 es un unicornio con motor de carreras nacido para el DTM y que Opel intentó vender en sus concesionarios
La historia del Porsche 968 Turbo S comienza con Volkswagen que pide a Porsche que le desarrolle un coupé utilizando el máximo número de piezas posible de Volkswagen y Audi. El coche en cuestión iba a ser el Volkswagen Tipo 477, también conocido por el nombre en clave EA435. Sin embargo, Volkswagen decidió cancelar el proyecto por razones financieras cuando el coche estaba casi listo.
Porsche compró entonces los derechos del diseño por 60 millones de dólares (10 millones menos que el coste de desarrollo) y comercializó el coche a mediados de