Desde la puesta en vigor de las medidas medioambientales en las ciudades, los coches van catalogados con las distintas etiquetas, generardas por la DGT. Hay que saber a qué categoría pertenece nuestro vehículo y para eso hemos hecho ya varios artículos sobre el tema, así que no hay muchas dudas acerca de ello. Ahora bien, hay una duda que está presente en muchos casos y que puede causar cierta confusión.
La gran pregunta es: ¿es obligatorio llevar puesta en el parabrisas la etiqueta medioambienal de la DGT? Esta duda se ha vuelto a plantear después de que el director de la Oficina de Movilidad del Ayuntamiento de Gijón, Eduardo Fernández, ha anunciado que será obligatoria para circular por el interior de la ciudad.
Obligatoriedad de llevar la etiqueta medioambiental de la DGT
Esto indica que, hasta el momento, no era obligatorio llevarla. Según la DGT, no es necesario contar con la etiqueta medioambiental en el parabrisas. La matrícula ya indica a qué categoría pertenece el vehículo y los sistemas automáticos lo reconocen. La propia DGT no establece una obligación de llevar esta etiqueta en lugar visible. Pero, en cambio, si lo aconseja.
El lugar correcto para llevarla es el lado derecho inferior del parabrisas, donde se coloca la etiqueta de la ITV, pero en la parte inferior. De esta manera, aunque no sea obligatorio, si que resulta ser recomendable llevarla. De esa manera se puede identificar y catalogar de manera sencilla y rápida. Pero esto, claro, es de manera general.
Las etiquetas medioambientales de la DGT van a ser revisadas dentro de unos meses y se ajustará el tipo de etiqueta a las emisiones reales, no al tipo de coche.
Ciudades en las que es obligado llevarla
Aunque de manera general no es necesario llevarla visible, hay ciudades que tienen la obligatoriedad de llevarla visible. Desde hoy, 1 de junio, es obligatoria en Gijón. No llevarla puede conllevar una sanción. Pero no es la única ciudad donde es obligatoria. Por ejemplo, en Mardrid hay que llevarla en el coche desde el día 24 de abril de 2019.
En el caso de la capital, la sanción por no llevarla es de 90 euros. En Barcelona también se ha impuesto la obligatoriedad de la etiqueta medioambiental desde que se activó la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). En este caso, la multa asciende a 100 euros. Por el momento, en el resto del territorio español no es obligatorio llevarla.
Esta obligación viene marcada por la Ordenanza Municipal de cada ciudad, que puede establecer la obligación por encima de la norma general.