El frágil equilibrio que había entre el sector del automóvil, la reducción de emisiones de CO2 y la política ha saltado por los aires. La electrificación de los vehículos ha supuesto un punto de inflexión que todos, más pronto que tarde, pagaremos en algún momento. Sobre todo cuando tomar este camino significa romper con las reglas que ya había establecidas para poner sobre el tablero de juego unas nuevas y, además, sin tener en cuenta a quien juega.
Hace no mucho Carlos Tavares, CEO de Stellantis, dijo que «el coche eléctrico es una decisión política». Este titular no gustó mucho en ciertos círculos del poder pero no era ninguna mentira. Pues bien, el sector recibe un nuevo hachazo tras la aprobación de la reducción de emisiones de CO2 que ratificó el Parlamento Europeo en la votación que tuvo lugar ayer. ¿Sabes qué supone esta medida? Pues toma nota, porque cambiará nuestra vida…
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El Parlamento Europeo ha aprobado que para el año 2035 los vehículos emitan cero gramos de emisiones de CO2…
En julio de 2021 la Comisión Europea presentó una propuesta legislativa para revisar la norma de emisiones de dióxido de carbono (CO₂) para turismos nuevos y vehículos comerciales ligeros. Esta acción entraba dentro de la propuesta «Fit for 55» que, curiosamente, ayer fue rechazada en muchos aspectos. Sin embargo el Parlamento aprobó la medida de cero emisiones en la industria del automóvil para 2035 prohibiendo los vehículos térmicos…
Para entender esta medida, la Unión Europea tiene un plan. La idea es contribuir a los objetivos climáticos de los 27 países miembros de cara a los años 2030 y 2050. Sin embargo, esta medida supone algo más grande: los coches gasolina, diésel, híbridos e híbridos enchufables no se podrán vender a partir del año 2035. Por tanto morirán y sólo se podrán vender vehículos