Alemania ha iniciado una investigación en torno a un posible fraude de emisiones de Kia y Hyundai, según ha publicado Reuters.
Las autoridades alemanas sospechan que se pusieron en circulación más de 210.000 vehículos diésel vendidos hasta 2020 y equipados con presuntos dispositivos de desactivación, similares a los que usó el Grupo Volkswagen.
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25 km por la autovía en sentido contrario y ni todas las cámaras de la DGT bastaron para localizarlo
Se cree que el software del motor proviene de los proveedores Bosch y Delphi, que hoy es propiedad del grupo Borgwarner y que están siendo investigadas.
En el marco de esta investigación, 140 oficiales han registrado locales comerciales de Kia y Hyundai en Alemania y Luxemburgo, en una operación coordinada por la agencia de la Unión Europea Eurojust, explica la agencia de noticias.
Según los fiscales, los vehículos supuestamente estaban equipados con un software que redujo «masivamente» o eliminó por completo las reducciones de emisiones cuando salieron a las carreteras, ocultando a los clientes que no cumplían con las normas de emisiones de la UE.
De momento se desconoce si estos vehículos equipados supuestamente con este software se vendieron en Alemania o afecta a más países. Tampoco se han desvelado detalles acerca de qué modelos estarían afectados.
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