La Dirección General de Tráfico (DGT), en su lucha por combatir la siniestralidad en carretera, ha puesto recientemente el foco en los asistentes a la conducción de los coches modernos. Algunos de ellos, como el asistente inteligente de velocidad (ISA) o el detector de fatiga serán obligatorios en todos los vehículos que se homologuen a partir del próximo mes de julio.
Esta nueva obligación, no obstante, ha despertado algunas dudas entre el público sobre si se extenderá a los vehículos que ya circulan por nuestras carreteras. Pero no: esta vez se trata de una obligación exclusiva del fabricante, quien deberá aplicarla en los coches nuevos que comience a fabricar a partir de ahora. Por tanto, jamás podrán multarnos por ello si nuestros coches no los equipan.
Sólo obligatorios para las próximas novedades
Como bien dice la propia DGT, estos sistemas tendrán que estar presentes sí o sí en todos los modelos nuevos de turismos, comerciales y vehículos pesados que se homologuen a partir del 6 de julio de 2022, así como en todos los nuevos que se vendan a partir de 2024.
Por tanto, esto sólo afecta a las novedades que aún no han recibido el visto bueno del Ministerio de Industria para comercializarse en España. Por ejemplo, cuando llegue a los concesionarios el Renault Austral deberá incluir de serie ambos dispositivos desde sus acabados más básicos.
En cambio, otros modelos de la misma marca como el Clio o el Captur (lanzados entre 2019 y 2020) podrán seguir prescindiendo de ellos hasta 2024, fecha en que deberán