La escalada en los precios de los carburantes parece no tener fin. Antes de la primavera nos parecía algo quimérico ver su coste por litro por encima de los dos euros, pero ahora algunas voces del sector no descartan que este verano lleguemos a ver precios en el entorno de los tres euros.
Esto último significaría, por ejemplo, que llenar un depósito de 43 litros pasaría de los 92 euros actuales a 129 euros. Como referencia, hoy el litro de gasolina sin plomo 95 se paga de media a 2,13 euros y el gasóleo de tipo A a 2,1 euros.
Entre las causas de este preocupante fenómeno figura la propia evolución del precio del petróleo, aunque no es la única ya que también hay que tener en cuenta otros factores como el ‘cuello de botella’ que plantea el estado de las refinerías ante el actual aumento de la demanda.
Las refinerías siguen con el freno echado
El barril Brent, el indicador que determina el precio del petróleo para el mercado europeo, encadena varios meses por encima de los 100 dólares. A principios de junio su cotización llegó a superar los 120 dólares, si bien en los últimos días ha descendido hasta los 110,3 dólares de hoy.
La última vez que este barril rompió la barrera de los 120 dólares fue en 2008, otro año de crisis donde alcanzó su máximo histórico de 147 dólares.
En estos precios tiene mucho que ver también el impacto del conflicto entre Rusia y Ucrania, por el cual la Unión Europea está suprimiendo