Los vehículos con tracción o con propulsión trasera no son mayoría en el mercado. La mayor parte de los fabricantes han optado por una propulsión delantera por las ventajas de fabricación, entre otras, que supone tener en ese eje la tracción. Pese a eso, merece la pena indagar en las características de estos otros vehículos cuyo eje tractor es el trasero, además de analizar cuáles son las ventajas que tienen sobre el resto, así como también las desventajas.
Tipos de tracción trasera
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Como se puede apreciar en estas imágenes, pueden existir tres tipos fundamentales de propulsión trasera:
Propulsión trasera con motor central: es un tipo de propulsión algo menos común que el otro, pero se puede apreciar en muchos vehículos deportivos que prefieren poner la unidad de potencia en la zona trasera. Es la mejor opción para los conductores que buscan el mejor rendimiento, al ser equilibrados por tener el peso centrado, pero suelen ser coches sobreviradores.
Propulsión trasera con motor trasero: similar al anterior, pero el motor se encuentra en una posición más retrasada, por detrás del eje trasero.
Propulsión trasera con motor delantero: es uno de los casos más comunes en los coches de calle convencionales. Es una mezcla entre las ventajas de tener la unidad de propulsión en el frontal del vehículo y la tracción trasera. Además, esta configuración es de las más asequibles y probadas, pero suelen ser coches subviradores.
Otros: también te puedes topar con vehículos que tienen el motor delantero o trasero, pero que la tracción es total, es decir, son 4×4, con tracción a las cuatro ruedas. Incluso hay casos extraños de vehículos donde tanto las ruedas motrices como las arrastradas son directrices.
Además de esto, ten en cuenta otra cuestión, y es que un coche con motor delantero con tracción delantera es la opción más fiable y económica. Mientras