Hoy día parece que ya estamos mentalizados de que la electrificación es el futuro. Pero hace una década parecía algo muy lejano que tardaría miles de años en imponerse. Sin embargo no, no fue así y en un puñado de años la tecnología y las marcas han avanzado muchísimo. Tanto como que hay modelos que, a pesar de su originalidad y/o nivel tecnológico se han quedado un poco atrás. Uno de los que destacaba entonces, y ahora, es el ya mítico BMW i3.
Quizá no lo recuerdes pero el BMW i3 vio la luz en el año 2013 y pisó la calle por primera vez en 2014. En esa época parecía una «nave espacial» sobre todo porque aunaba un diseño futurista con una tecnología superior a la de sus pocos rivales. Aún así, su posicionamiento y precio no se lo pusieron fácil porque aunque sus ventas no han sido un fiasco tampoco son las que BMW programó. Ahora se despide por todo lo alto con más de un cuarto de millón fabricados…
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Tras ocho años y medio la fábrica de Leipzig ha ensamblado poco más de 250 mil unidades del BMW i3…
Desde el inicio de su ciclo vital BMW tenía claro que su manufactura debía tener lugar en Alemania. Para ello eligió el centro técnico que tienen en Leipzig, el mismo que también ha ensamblado las unidades de su hermano mayor i8. Si echamos un vistazo a la nota de prensa oficial publicada por la Bayerische podemos leer que…
«El BMW i3 fue un abanderado de la tecnología visionaria desde el primer día, y no solo por su propulsión eléctrica. Con su arquitectura Life-Drive, también estableció nuevos estándares en el campo de la construcción ligera inteligente. En Leipzig, se han establecido procesos innovadores únicos en la industria automotriz para moldear piezas de carrocería de gran