El sodio lleva años en el punto de mira de los científicos por su potencial para terminar con la dependencia del litio y de otras materias primas gracias a la alta densidad de energía de las baterías de iones de sodio, su coste y su alto nivel de seguridad.
Un equipo de investigación del Departamento de Energía de EEUU ha desarrollado una nueva batería de iones de sodio de alto voltaje que podría salvar definitivamente uno de sus principales escollos: su inestabilidad durante ciclos consecutivos.
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El estudio, publicado en la revista Nature, muestra cómo han cambiado los ‘ingredientes’ que forman parte del núcleo líquido de la batería para evitar los problemas de rendimiento que impide la escalabilidad de las baterías de iones de sodio:
«Nuestra celda completa con este electrolito demuestra una retención de capacidad superior al 90 % después de 300 ciclos cuando se carga a 4,2 V», explican los responsables del estudio.
Así, esta investigación permite que las baterías de iones de sodio de alto voltaje tengan un rendimiento de ciclos prolongados y proporciona un principio rector en el diseño de electrolitos para estas baterías.
Además, la tecnología de iones de