La historia del Opel Insignia es la de muchas otras berlinas medias. Llegó al mundo en el año 2008 para dar merecido relevo a uno de los modelos más exitosos que jamás ha fabricado la casa del rayo: al Vectra. Su primera declinación alcanzó un éxito que jamás habían pensado en General Motors, pero esto fue flor de un día. La razón para que luego cayera en desgracia fue doble. Primero, los yanquis vendieron la casa al ya extinto Grupo PSA.
Esto hizo que los galos cortaran toda relación con el grupo americano para, así, evitar pagarles royalties. Segundo, el envite de los SUV´s ha hecho que este segmento del mercado no se atractivo para los clientes. En resumidas cuentas, el Opel Insignia de segunda generación que nació en el año 2017 está pasando sin pena ni gloria por el mercado. Y así se llega al punto de hoy: anunciando que su producción cesará antes de tiempo para buscar un buen relevo…
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El Opel Insignia, de nueva generación, será eléctrico y tendrá un estilo crossover similar al del C5 X…
Como sabes, el Opel Insignia es el último producto que vende la casa bávara con ADN General Motors. Y en Stellantis no quieren «deberles» nada, así es que en vista de la caída de ventas de su berlina han optado por dar un paso al frente y tomar una dura decisión: parar su producción antes de que 2022 diga adiós. Y no es extraño, pues el equipo de ingenieros de la marca trabaja en el que será su relevo. No seguirá sus pasos, pero será un Insignia…
Al parecer, un portavoz de Opel habría hecho unas declaraciones a Automobilewoche. En ellas explicaría la toma de esta decisión…
«La descontinuación del Insignia con su plataforma no electrificable favorece el aumento más rápido de la producción de