Volvo se prepara para levantar una nueva fábrica en Europa para inundarnos de coches eléctricos. Es la primera vez que la marca sueca lanza un proyecto de este tipo en varias décadas. De hecho, hace 60 años que Volvo lleva sin construir una nueva fábrica en Europa.
Hay que decir que el progreso del fabricante, aunque real, no le permitía prever un crecimiento fuerte y rápido de su capacidad de producción. Pero ahora, las previsiones de crecimiento son muy superiores, especialmente con el fin anunciado de los coches de gasolina y diésel en 2035.
Ante la creciente demanda de vehículos eléctricos, Volvo Cars ha decidido abrir una nueva fábrica en el Viejo Continente, dedicada exclusivamente a la producción de coches 100% eléctricos. Eslovaquia ha sido el país elegido para su implantación. Con ello, Volvo contará con tres centros de producción europeos, tras Torslanda (Suecia) y Gante (Bélgica) de donde sale toda la gama de Volvo XC40 y del C40, su primer modelo exclusivamente disponible como coche eléctrico.
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La nueva planta representa una inversión de 1.220 millones de euros para el fabricante.